viernes, 6 de febrero de 2009

La de cosas que suceden!!!

Estoy persiguiendo a un pez que me gusta mucho... pero todavía no sé porque me gusta... cuando lo tenga no me lo voy a comer ni lo voy a dejar en una pecera... mejor, lo miraré directo a uno de sus ojos y le preguntaré ¿porqué me gustas a mí?

Buenos días.

miércoles, 4 de febrero de 2009




Creer es mi Salvación
Creer es mi Destino
Creer es mi Fin
Creer es mi fe
Creer en mí




¿Quien soy cuando soy la que confía en mí?


Conoce como eres cuando eres quien confía en ti




jueves, 29 de enero de 2009

El ESPÍRITU HUMANO no crece en la unidad de individualidad, tiende a la PERTENENCIA.
¿En dónde están los nombres propios?
En un nombre más amplio.
Tus gustos, lo tuyo, lo que eres y te diferencia, tu identidad.
Todo muere, sin dejar un vacío.
La Tierra desaparecerá en un parpadeo que olvidará…
Las personas, sobretodo, las más grandes, mueren.
Nadie trasciende el Tiempo, sólo EN la Historia…
Y Ella está hecha de Otros:
De Anonimato, Inercia y Ceguera. De la estela del Segador.
La Historia elige los nombres que quedan y quedan sin mujeres ni hombres en ellos,
Vacíos para ser cuencas de la Historia de los Otros.
Tú no trasciendes, Yo no, la Historia es la única barca.
Todo muere, el Tiempo no.
PERTENECE, ávida, sensible, profusamente al Tiempo que te es dado.
Al mismo que segará tu último sueño.


"No hay justicia, sólo está él"

viernes, 19 de diciembre de 2008

BRUJERÍAS
¿cuáNdO NOS conVErtimoS de aprENdiceS a brújas al fIn?
CuanDO tu madre te reenvia, al fin, la correspoNDEncia POrNo que le Envían sus amigas
Cuando tu tía te escanea el toMO de herbolaria que, casualmente, reitera las recetaS de su madre
Cuando tu abueLA gruñe al teléfono que te Manda besos
Cuando tu madrE te iNsTruyE sobre LA banalidad de sacrificaRtE y lA utiLIDAD de las chapuzas negras
Cuando las de tu Familia arman eL AQUElarre parA invocar poderosa inmunidad a través de la repetida maldición-reinterpretada de los injurias recibidas o presentidas
Cuando estas mismas maldicen, en conferencia simultánea, a todo aquEL que atente contra tu poder
Cuando tu Madre conjura para ti un hechIzo anti-obedecer-y-ser-desobEDecida
CuandO tú y tus herManas organIzan sus propios e-aquelarreS con la aprobación iMplícita de su madre
Cuando ésta acepta, sin cOnfesarlo, algún consejillo o truco tuyo
Cuando las de tu casa te enseñan la verdadera-oculta utilidad de la escoba y del sombrero de punta (que dista un infinito de la de barrer y taparse el sol) que NO debeS quitarte ante nada ni nadie, y, a la vez, su completa unitilidad en sí mismos
Cuando, al fin, aceptas el poder de la cabezología y la magia de las manos de tus mujeres familiares presentes, pasadas y futuras
A partir de enTonces... las demás personas EMpEzarán a verte como una.

lunes, 13 de octubre de 2008

SOBERBIA

La soberbia se manifiesta en un continum de dos extremos.
Uno de ellos es una estima desmedida: sobrevaloración de la propia persona, creencias, opiniones, valores e ideas. (Sobre lo que es bello u ordinario, lo que es bueno o malo, lo que es valioso o vano, lo que es importante o no, lo que es y lo que no)
El otro es una estima apropiada de sí mismo que proviene de la ambición moral de vivir en plena consistencia con los valores racionales personales y exige la bella factura. (racionales quiere decir nacidos de la contemplación honesta de sí mismo y el desaprendizaje de lo inoculado, quiere decir que provienen de las auténticas necesidades de lo que soy en el silencio)

La estima desmedida se complace en cosas vacías y vanas. (Alimentar la vanidad no es nutrición, es adicción, siempre reaparece la misma gula, mientras que el espíritu languidece, la mente se encierra sin salida, el cuerpo se automatiza y la moral decide en base al hambre).
La estima apropiada se complace en el autoconocimiento, la aceptación y el respeto de todos los ámbitos constructivos de la persona, el corporal, el mental, el moral y el espiritual. (Somos responsables de nutrir los ámbitos de nuestra persona a través del juego, las relaciones personales, el arte, el trabajo, el apendizaje, los viajes, la risa, el baile, la oración, el ejercicio, la alimentación y una infinidad de acciones nutritivas. También somos responsables de escuchar nuestras necesidades y reconocernos necesitados siempre, inacabados, auténticamente esperanzados en recibir el pan de cada día a través de las acciones nutritivas que llevemos a cabo).
La estima desmedida acarrea la humillación del ser humano (que va perdiéndose y puede llegar a convertirse en la mera broma de sí mismo), mientras que la estima apropiada sustenta al ser humano en su propia honra (la del que vive construyendo su persona, reconociéndose a sí mismo).
La estima desmedida busca el protagonizar, el ser reconocido y la atención, devaluando el contexto. (Se pierde en ser personaje)
La estima apropiada encuentra en sus deseos más profundos la consonancia con los universos que habita. (El mundo es una metáfora, todo lo es, nada tiene un significado unívoco)
La estima desmedida no sabe quien es, pero escucha su nombre en todas las voces.
La estima apropiada escucha su propia voz y la sigue.

Nosotros fluctuamos entre estos extremos.
La estima desmedida es envanecimiento y olvido de Dios.
Yo hago, yo sé, yo digo, yo quiero...
Nuestro auténtico ser es el ser de Dios. En Dios no hay individuos ni hay anonimato, hay ambos sin ser la definición de lo contrario. En Él estoy yo y estás tú, estamos nosotros y están ell@s, pero todos siendo él.
Envanecerse es coquetear con el vacío, sentir sed de nada. Aún ahí somos en Dios, pero sin que podamos recordarnos en él.
¿Dios está en mí? La estima desmedida dice que sí.
La estima apropiada dice yo soy en Dios porque es una estima apropiada en doble sentido: es aceptar que el amarse es una expresión de su ser en Dios, no un acto en solitario, y; de este modo asumida, es más propiamente humana.
Lo que yo más íntimamente necesito es lo que más auténticamente soy.
La estima desmedida no lo recuerda, quiere igualar la inmensidad olvidada engordando su ego hasta hacerlo explotar... cada vez, dejando lo que queda después de la muerte de una estrella, vacío.
¿Qué quiere mi ser en Dios? Amarme: aceptarme, respetarme escuchándome, siendo honest@ conmigo, nutriéndome en cada ámbito de mi persona y honrarme en ello.

Lo que hace mucho ruido es porque va vacío...
Desde su soberbio reinado Lucifer es el más bello y grande, el más inteligente y sensible, el más valeroso y virtuoso. El mejor cantante, es el más sociable, el mejor político, el más veraz, insuperable vendedor, comerciante, trabajador, irreprochable padre de familia, el más adinerado, el que tiene mejor estilo, el más exquisito artista... Lucifer es venerado porque cayó.
Un ángel caído que reniega de las cenizas.
Pero, somos polvo de estrellas, de otros, de lo efímero. Nuestra gloria es silenciosa como el pensamiento creador de Dios. Todo es una metáfora del Verbo. La estima apropiada dialoga con el verbo, con su ser en Dios y confía en ser iluminado, en realizarse en él al discernir:
¿Cuál es el deseo profundo de mi corazón?
Cada respuesta más o menos auténtica -en la medida en que implica y nutre las dimensiones de la persona- es metáfora del Verbo, de mí realización en Él.
Autora: Denisse Moreno Dawe
Este dibujo de mi amiga me inspiró a hacer este blog y me lo ha prestado.

jueves, 2 de octubre de 2008

DesImportancia

La importancia no debería ser parámetro de ningún tipo. Absolutamente, las importancias no deberían serlo. Ni las cosas, ni los hechos, ni las personas, ni ningún ser es importante.
La palabra importante es en sí misma discriminatoria, pues, para que algo o alguien pueda ser entendido y apreciado como importante, tiene que implicitar una perspectiva en la que lo otro comparado sea menos o más importante, es decir, se privilegia una perspectiva gracias a la disminución, invalidación o invisibilización de otras perspectivas también posibles.

La importancia es una noción dañina cuando se aplica a las personas.
¿Hay alguien importante? ¿Con respecto a quien? Es importante que haya un médico en un parto, lo es con respecto a otras profesiones, pero no debería pensarse así sobre las personas.

¿HAY ALGUIEN MÁS IMPORTANTE QUE
ALGUIEN?

¿Artistas famos@s , politic@s, personaj@s históric@s... son importantes? ¿Sin Colón no se hubiera descubierto América? ¿Sin Da Vinci no tendríamos las obras que él realizó? ¿Sin María no habría nacido Jesucristo? Pues entonces, ¡¡¡la de obras y descubrimientos que nos hemos perdido correspondientes a todas las personas que no nacieron nunca!!!

Da Vinci no es más importante que tú ni que el resto de mortales. Él hizo con su efímero tiempo de vida lo que le pareció valioso, tú también. Si hay un consenso que dice que lo que él hizo es genial, muy bien, pero las cosas no son más o menos valiosas por la cantidad de votos a favoro en contra.

Lo VALIOSO es lo AMADO.

Tú, igual que Da Vinci o que Britney Spears, eres valioso por el amor del que eres objeto. Y el amor no se gana porque seas más o menos importante, sino que se te regala gratuitamente. Las personas nos sentimos llamadas a amar, somos donadoras innatas de amor y es ese desborde generoso y multiforme el que derrama valía en todas las personas.

También puedes amarte a ti mism@ y eso te hace valios@, además,

somos el gran amor creado...

Pensar en la importancia propia o ajena es renunciar a tú auténtica valía y tasarte por cualquiera que sea el parámetro que escojas. Puede ser el parámetro de la fama o del altruismo, pero ambos te reducirán y/o reducirán a otr@s, ambos cancelarán o invisibilizarán tus otras posibilidades de ser, las cuales se nutren por el amor vivenciado y no por los méritos y reconocimientos acumulados.

A veces renuncias al amor porque no se te da como lo esperas o de quien lo esperas, le aplicas la medida de la importancia y desechas todo el amor que no te merece la pena... PELIGRO: Anorexia afectiva. Entonces la suma importancia que te atribuías para desdeñar amor comenzará a sentirse como hambre, desconfianza, inseguridad, tristeza, te sentirás empequeñecid@ aunque los demás sigan viendo tu luz, pero tú no la podrás ver porque has renunciado a la mirada amorosa de esos otr@s.
Síntomas: sentirse mal cuando todo el mundo te ve bien, sentirse deprimida, pero si preguntas, las personas tienen una imagen de ti como una persona super energética, es decir, el típico caso de deformación de la autopercepción del propio estado anímico. Transmites poder, pero crees haberlo perdido!!! Otro síntoma es el ostracismo. Empiezas a desdeñar la presencia de muchos seres humanos, "que esta me da hueva, que estos me caen gordos, que tales son de tal forma, que este es un tal por cual..." Y el mundo empieza a encogerse ante la mirada críticona de la anoréxica afectiva, mientras que, sin que ella se dé cuenta, su fuente de afecto, que es el mismo mundo, va marchitándose. La anoréxica afectiva cree que todo está mal y eso la hace aislarse, con lo cual, la profesía se autocumple. Insaciable.

No eres importante, nadie lo es. Y no es importante no serlo. No quieras hacer cosas importantes porque tus decisiones estarán forjadas de recelo, prefiere libérate de las importancias y te sentirás en tí mismo, liberado de haber estado ausente, volverás a casa, reconciliad@ contigo mism@. Entonces puedes empezar, como Da Vinci, a pensar qué quieres hacer con tu amado tiempo de vida, cómo quieres TÚ vivir.