viernes, 19 de diciembre de 2008
lunes, 13 de octubre de 2008
La soberbia se manifiesta en un continum de dos extremos.
Uno de ellos es una estima desmedida: sobrevaloración de la propia persona, creencias, opiniones, valores e ideas. (Sobre lo que es bello u ordinario, lo que es bueno o malo, lo que es valioso o vano, lo que es importante o no, lo que es y lo que no)
El otro es una estima apropiada de sí mismo que proviene de la ambición moral de vivir en plena consistencia con los valores racionales personales y exige la bella factura. (racionales quiere decir nacidos de la contemplación honesta de sí mismo y el desaprendizaje de lo inoculado, quiere decir que provienen de las auténticas necesidades de lo que soy en el silencio)
La estima desmedida se complace en cosas vacías y vanas. (Alimentar la vanidad no es nutrición, es adicción, siempre reaparece la misma gula, mientras que el espíritu languidece, la mente se encierra sin salida, el cuerpo se automatiza y la moral decide en base al hambre).
La estima apropiada se complace en el autoconocimiento, la aceptación y el respeto de todos los ámbitos constructivos de la persona, el corporal, el mental, el moral y el espiritual. (Somos responsables de nutrir los ámbitos de nuestra persona a través del juego, las relaciones personales, el arte, el trabajo, el apendizaje, los viajes, la risa, el baile, la oración, el ejercicio, la alimentación y una infinidad de acciones nutritivas. También somos responsables de escuchar nuestras necesidades y reconocernos necesitados siempre, inacabados, auténticamente esperanzados en recibir el pan de cada día a través de las acciones nutritivas que llevemos a cabo).
La estima desmedida acarrea la humillación del ser humano (que va perdiéndose y puede llegar a convertirse en la mera broma de sí mismo), mientras que la estima apropiada sustenta al ser humano en su propia honra (la del que vive construyendo su persona, reconociéndose a sí mismo).
La estima desmedida busca el protagonizar, el ser reconocido y la atención, devaluando el contexto. (Se pierde en ser personaje)
La estima apropiada encuentra en sus deseos más profundos la consonancia con los universos que habita. (El mundo es una metáfora, todo lo es, nada tiene un significado unívoco)
La estima desmedida no sabe quien es, pero escucha su nombre en todas las voces.
La estima apropiada escucha su propia voz y la sigue.
Nosotros fluctuamos entre estos extremos.
La estima desmedida es envanecimiento y olvido de Dios.
Yo hago, yo sé, yo digo, yo quiero...
Nuestro auténtico ser es el ser de Dios. En Dios no hay individuos ni hay anonimato, hay ambos sin ser la definición de lo contrario. En Él estoy yo y estás tú, estamos nosotros y están ell@s, pero todos siendo él.
Envanecerse es coquetear con el vacío, sentir sed de nada. Aún ahí somos en Dios, pero sin que podamos recordarnos en él.
¿Dios está en mí? La estima desmedida dice que sí.
La estima apropiada dice yo soy en Dios porque es una estima apropiada en doble sentido: es aceptar que el amarse es una expresión de su ser en Dios, no un acto en solitario, y; de este modo asumida, es más propiamente humana.
Lo que yo más íntimamente necesito es lo que más auténticamente soy.
La estima desmedida no lo recuerda, quiere igualar la inmensidad olvidada engordando su ego hasta hacerlo explotar... cada vez, dejando lo que queda después de la muerte de una estrella, vacío.
¿Qué quiere mi ser en Dios? Amarme: aceptarme, respetarme escuchándome, siendo honest@ conmigo, nutriéndome en cada ámbito de mi persona y honrarme en ello.
Lo que hace mucho ruido es porque va vacío...
Desde su soberbio reinado Lucifer es el más bello y grande, el más inteligente y sensible, el más valeroso y virtuoso. El mejor cantante, es el más sociable, el mejor político, el más veraz, insuperable vendedor, comerciante, trabajador, irreprochable padre de familia, el más adinerado, el que tiene mejor estilo, el más exquisito artista... Lucifer es venerado porque cayó.
Un ángel caído que reniega de las cenizas.
Pero, somos polvo de estrellas, de otros, de lo efímero. Nuestra gloria es silenciosa como el pensamiento creador de Dios. Todo es una metáfora del Verbo. La estima apropiada dialoga con el verbo, con su ser en Dios y confía en ser iluminado, en realizarse en él al discernir:
¿Cuál es el deseo profundo de mi corazón?
Cada respuesta más o menos auténtica -en la medida en que implica y nutre las dimensiones de la persona- es metáfora del Verbo, de mí realización en Él.
jueves, 2 de octubre de 2008
DesImportancia
La palabra importante es en sí misma discriminatoria, pues, para que algo o alguien pueda ser entendido y apreciado como importante, tiene que implicitar una perspectiva en la que lo otro comparado sea menos o más importante, es decir, se privilegia una perspectiva gracias a la disminución, invalidación o invisibilización de otras perspectivas también posibles.
La importancia es una noción dañina cuando se aplica a las personas.
¿Artistas famos@s , politic@s, personaj@s históric@s... son importantes? ¿Sin Colón no se hubiera descubierto América? ¿Sin Da Vinci no tendríamos las obras que él realizó? ¿Sin María no habría nacido Jesucristo? Pues entonces, ¡¡¡la de obras y descubrimientos que nos hemos perdido correspondientes a todas las personas que no nacieron nunca!!!¿HAY ALGUIEN MÁS IMPORTANTE QUE
ALGUIEN?
Da Vinci no es más importante que tú ni que el resto de mortales. Él hizo con su efímero tiempo de vida lo que le pareció valioso, tú también. Si hay un consenso que dice que lo que él hizo es genial, muy bien, pero las cosas no son más o menos valiosas por la cantidad de votos a favoro en contra.
Lo VALIOSO es lo AMADO.
Tú, igual que Da Vinci o que Britney Spears, eres valioso por el amor del que eres objeto. Y el amor no se gana porque seas más o menos importante, sino que se te regala gratuitamente. Las personas nos sentimos llamadas a amar, somos donadoras innatas de amor y es ese desborde generoso y multiforme el que derrama valía en todas las personas.
También puedes amarte a ti mism@ y eso te hace valios@, además,
Pensar en la importancia propia o ajena es renunciar a tú auténtica valía y tasarte por cualquiera que sea el parámetro que escojas. Puede ser el parámetro de la fama o del altruismo, pero ambos te reducirán y/o reducirán a otr@s, ambos cancelarán o invisibilizarán tus otras posibilidades de ser, las cuales se nutren por el amor vivenciado y no por los méritos y reconocimientos acumulados.
A veces renuncias al amor porque no se te da como lo esperas o de quien lo esperas, le aplicas la medida de la importancia y desechas todo el amor que no te merece la pena... PELIGRO: Anorexia afectiva. Entonces la suma importancia que te atribuías para desdeñar amor comenzará a sentirse como hambre, desconfianza, inseguridad, tristeza, te sentirás empequeñecid@ aunque los demás sigan viendo tu luz, pero tú no la podrás ver porque has renunciado a la mirada amorosa de esos otr@s.
No eres importante, nadie lo es. Y no es importante no serlo. No quieras hacer cosas importantes porque tus decisiones estarán forjadas de recelo, prefiere libérate de las importancias y te sentirás en tí mismo, liberado de haber estado ausente, volverás a casa, reconciliad@ contigo mism@. Entonces puedes empezar, como Da Vinci, a pensar qué quieres hacer con tu amado tiempo de vida, cómo quieres TÚ vivir.
jueves, 11 de septiembre de 2008
CACHIPOLLAS EFÍMERAS
Sacude un poco tu mundillo, tu globo terráqueo... observa esa materialización de una casi-esfera. Ahora, sigilosamente... espántale la mosquilla de Mayo que se le ha parado encima... la muy!!!
Bien. Ese planeta, que tú pisas, o por el que eres pisado -según la T de la relatividad cualquiera de las dos oraciones es gramaticalmente perfecta- tiene una historia de 4,6 mil millones de años. Mi abuelita tendrá unos 85 años -probablemente el doble o triple que tú-, es vieja, pero en la edad de la Tierra caben (redondeando) 542 millones abuelitas consecutivas, es decir, mi abuelita es extremadamente joven en relación con la Tierra.
Issac Asimov comprimió 4,6 mil millones de años en un solo año terrestre para que cupiera en nuestra imaginación. Así, "si la Tierra había tomado su forma actual al principio del 1 de enero, el primer registro fósil ... no apareció hasta el 12 de noviembre, los dinosaurios se extinguieron el 26 de diciembre y los primeros homínidos aparecieron a las 17.30 del 31 de diciembre, mientras que nuestros registros históricos no cubrían más que los últimos cuarenta y cinco segundos del Año Terrestre".
Ningún ser vivo en la Tierra es viejo y
ninguna especie puede celebrar aún su primer aniversario.
¡¡¡Pero la Tierra también es primeriza!!!
Mr Universo tiene ya 15 mil millones de años... no te esfuerzes, de nuevo Asimov nos la barajó más despacio y lo comprimió en un año terrestre para que podamos entender al vejestorio en el que vaga la, desde esta perspectiva, joven Tierra.
Entonces, cada día del imaginario año del universo dura 14 millones de años en realidad.
El Big Bang (silencioso porque no existía el sonido-aire) (1/Enero 00:00 hrs)
Formación de las partículas subatómicas (primer pensamiento original) (1/Ene 00:00:13 hrs)
NO olvides que la materia es energía muy creída de ser
Formación de los átomos de hidrógeno y helio (código binario universal) (1/Ene 00:10 hrs)
Estamos hechos TODOS del mismo y austero material
Átomos forman nubes de gases en forma de galaxias (boceto de entropía) (3/Enero 10:00 hrs)
¡¡Y no había nadie para maravillarse!!! Así que no nos tomemos a pecho la teoría de que todo fue hecho para nuestro disfrute, mejor cuidémoslo.
Formación de la Vía Láctea (¿sentido?) (18/Febrero)
Formación del Sistema Solar (del nuestro, ¿y los otros?) (9/Septiembre)
Comienza la vida sobre la Tierra (océano = copy&paste de cielo y cerebro) (6/Octubre)
100 mil millones de galaxias, cada uno con 100 mil millones de estrellas, 1o0 mil millones de granos de arena, y... sí, 100 mil millones de neuronas en cada mundo cerebral (es científico, puedes verificarlo)
Primera vida terrestre (estrenando el viejo-nuevo universo) (20/Diciembre)
Aparecen los primeros homínidos (¡Apenitaaas!!!) (31/Diciembre 21:40 horas)
Comienza la Historia ¿¿Y la tuya??? (31/Dic 23:59:50 hrs)
Has entendido el punto, somos un suspiro muy corto del Universo,
pero, a la vez, somos su reflejo.
¿Qué vas a hacer con el espacio de Tiempo que te es dado?
Nada parece importante desde la perspectiva de la mortalidad inminente,
pero, a la vez, es esta condición la única que nos permite vivir una vida llena de sentido.