jueves, 29 de enero de 2009

El ESPÍRITU HUMANO no crece en la unidad de individualidad, tiende a la PERTENENCIA.
¿En dónde están los nombres propios?
En un nombre más amplio.
Tus gustos, lo tuyo, lo que eres y te diferencia, tu identidad.
Todo muere, sin dejar un vacío.
La Tierra desaparecerá en un parpadeo que olvidará…
Las personas, sobretodo, las más grandes, mueren.
Nadie trasciende el Tiempo, sólo EN la Historia…
Y Ella está hecha de Otros:
De Anonimato, Inercia y Ceguera. De la estela del Segador.
La Historia elige los nombres que quedan y quedan sin mujeres ni hombres en ellos,
Vacíos para ser cuencas de la Historia de los Otros.
Tú no trasciendes, Yo no, la Historia es la única barca.
Todo muere, el Tiempo no.
PERTENECE, ávida, sensible, profusamente al Tiempo que te es dado.
Al mismo que segará tu último sueño.


"No hay justicia, sólo está él"

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